Los quitanieves, que a todos nos parecen un buen invento cuando nos quedamos atrapados, es el terror de los muñecos de nieve, que desaparecen muchas veces bajo estas máquinas sin que nadie piense en ellos.
Pero esos muñecos también tienen sentimientos, sino mirad qué cara la de este pobre muñeco de nieve al oír llegar el quitanieves:

Y como segundo ejemplo, mirad lo que le pasó a este muñeco-conejo de nieve cuando intentaba huir:




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